02 marzo 2012

Infierno blanco

Ottway trabaja en Alaska en una empresa petrolífera, durante el viaje de vuelta a casa su avión sufre un accidente en un paraje helado y desierto. Los pocos supervivientes se agrupan para intentar sobrevivir a las gélidas temperaturas y la falta de víveres. Pero si las cosas ya estaban difíciles todavía empeoran más al sufrir el acoso de una manada de lobos.

Joe Carnahan (El equipo A, Ases calientes), bajo el paraguas de los hermanos Scott, dirige y escribe (esto último junto a Ian Mackenzie Jeffers, que escribió el relato original en el que se inspiran) Infierno blanco (The Grey, 2012) un relato de supervivencia extrema donde el acoso de una manada de lobos será la principal pero no única amenaza, y que tiene como punto más destacable al incansable Liam Neeson (Batman Begins, Michael Collins). Aunque con ello no estoy diciendo que el protagonista de Venganza sea lo único aprovechable del film, ya que estamos ante una historia de aventuras de alta tensión, donde el peligro persigue a los personajes, que van cayendo uno a uno de forma inexorable a pesar de los denodados esfuerzos que realizan para escapar. No se puede negar que Carnahan logra meternos angustia en el cuerpo, y en varias ocasiones, sobre todo durante los rápidos y mortales ataques de los cánidos, consigue que el espectador pegue un bote en su butaca y/o se agarre a los reposabrazos con fuerza. En cuanto atmósfera desde luego Infierno blanco es un filme muy conseguido, ya que uno casi siente el frío, y los efectos sonoros (así como la banda sonora de Marc Streitenfeld y la fotografía de Masanobu Takayanagi) intensifican la sensación de peligro y vulnerabilidad.

Junto con el mencionado Neeson hay otros actores que realizan una labor solvente, si bien ninguno llega al nivel del primero, sobre todo porque la acción se centra en Ottway más que en ninguno, por lo que apenas tienen tiempo de lucirse. Dallas Roberts (El tren de las 3:10) se podría decir que es el segundo de a bordo, Frank Grillo (al que recuerdo sobre todo por su papel en Prison Break) también tiene un papel interesante, mientras que Dermot Mulroney (La joya de la familia) protagoniza uno de los momentos más dulces (para suerte del personaje) de toda la película y Joe Anderson (The Crazies) le pone un poco de humor, junto con Nonso Anozie (Conan, el Bárbaro), que también tiene sus momentos. En general, como digo, cumplen su función, aunque es cierto que sus personajes no están tan bien dibujados como el del Liam Neeson.

En fin, que Infierno blanco es otro vehículo de lucimiento para Liam Neeson, mas por suerte no se queda ahí, ya que es además una buena película de aventuras, con sus dosis de intriga y sus toques de terror, con momentos impactantes y un final que, al menos a mí, me dejó con un buen sabor de boca.


LO MEJOR:
-Liam Neeson.
-El accidente de avión; el aliento de los lobos en la oscuridad.

LO PEOR:
-Que se centre tanto en la amenaza de los lobos y apenas roce otras (como la obtención de alimentos).
-En ocasiones la cámara se pega demasiado a la acción.
-Que haya espectadores que puedan pensar que los lobos son unas criaturas asesinas de hombres.

¿Quién debería verla?
Si te gustan las aventuras de supervivencia, y muy especialmente si te encanta ese gran actor que es Liam Neeson.

¿Y quién no?
Está claro que aquellos que no traguen a su protagonista, ya que es el actor británico el centro de toda la acción.

El momento:
Cuando el último de los hombres se dispone a atravesar el precipicio. Casi da vértigo.

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